Ignora la obesidad
Grave trastorno
alimenticio, opuesto a la anorexia. La padecen
quienes tienen un elevado sobrepeso pero que se consideran sanos físicamente y
no hacen nada para adelgazar. Los
megaréxicos no son conscientes de su problema tengan el grado que tengan de
enfermedad.
Actualmente
no muy conocida, es un grave trastorno alimenticio, opuesto a la anorexia,
descubierto por el doctor Jaime Burgos. La padecen quienes tienen un elevado sobrepeso pero que
se consideran sanos físicamente y no hacen nada para adelgazar.
En
cierta forma, son personas obesas que se ven
delgadas a causa de la distorsión de la percepción que
caracteriza a los trastornos alimentarios. Por esta razón, las personas que la
padecen comen de todo y en cantidades abismales, pero no alimentos sanos sino
todo lo contrario: comida "chatarra", frituras, alimentos con
contenidos elevados de grasa.
¿Cómo saber si se sufre de megarexia?
Las
personas que la sufren tienen alterada su percepción de la realidad, se ven
perfectamente, sanas y guapas, por más obesa que sea. Eso genera que tengan
unos hábitos de vida poco saludables, en contra de lo que su organismo
necesita, como sería comer fruta, vegetales y practicar deporte. Se atiborran
de comida, normalmente muy calórica, como chocolate, frutos secos,
hamburguesas, pizza y todos estos "deliciosos pecados" que se deben
evitar por regla general. Una dieta llena de carbohidratos, calorías vacías que
no alimentan el cerebro.
Poco a
poco, se convierten en personas obesas desnutridas, incluso anémicas. Sufren
mareos y tensión baja, debido a esta falta de nutrientes en el organismo, lo
que les hace entrar en un círculo vicioso, pues comen para sentirse mejor.
Los
megaréxicos no son conscientes de su problema tengan el grado que tengan de
enfermedad. Aún así, cuando alguien les intenta hacer ver la realidad, pueden
tener un momento de lucidez. Hasta pueden llegar a verse tal y como son, pero
su cerebro no lo admite. El espejo no les muestra la realidad, las fotografías
por el contrario sí hacen que se vean tal y como son. Normalmente estas
personas son reacias a fotografiar sus cuerpos, ya que al ver ese reflejo de la
realidad sufren "shocks" importantes. Tampoco les suele agradar ir de
compras. El hecho de probarse un pantalón de un tamaño descomunal, les hace
caer en un pozo de tristeza y desconcierto. Se vuelven hostiles,
intransigentes, conflictivas y hasta mal educadas. Manifiestan un odio hacia el
mundo y hasta incluso hacia ellas mismas.
¿Cómo luchar
contra la megarexia?
Para
combatir esta enfermedad es necesario, como en casi todas las patologías
psicológicas, que el enfermo acepte que tiene un problema, ya no solo de peso,
si no un grave trastorno alimenticio y psicológico. En esta lucha el entorno de
la persona, juega un papel fundamental.
Una
vez se acepte el problema no es necesaria una medicación; con una buena
alimentación, ejercicio y vida sana, pueden perder la grasa
acumulada, obteniendo un gran cambio tanto en su físico como es su mente,
situación que ayudará a que poco a poco se vayan aceptando como son. Este
trastorno, de la misma manera que la anorexia o la vigorexia, se
puede superar con mucho trabajo y constancia.
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